Érase una vez tres hijas de un emperador chino que se pasaba la vida
preparando el futuro de sus hijas. Cuando su hija mayor fue lo suficiente mayor
le dio 100.000€ para su viaje a la ciudad que quisiera ir a estudiar, pero en
vez de ir a estudiar a alguna parte del mundo, se lo gastó todo en ropa dorada
que luego no se podía poner.
Pasaron 7 años desde que la hija mayor se fue con
100.000€ a comprarse ropa dorada. El padre decidió darle 50.000€ a la mediana,
puesto que la mayor se llevó 100.000€, y se fue de viaje a una universidad Irak
a estudiar derechos pero la mataron por equivocación. Cuando el padre se enteró
mandó una armada entera de guerreros a vengarla.
Después de 10 años de la muerte de su hija la mediana, el
padre decidió que por seguridad a su hija la menor, solo le daría 25.000€ para un viaje de ida solamente y la
menor le hizo caso y se fue a Londres a estudiar en Oxford, allí conoció a un
estudiante Iraquí que le pidió que le
acompañara a Irak.
La pequeña le dijo que no, que allí fue donde mataron a
su hermana y el muchacho le dijo que por eso la quería llevar porque el
encontró a su hermana tirada en una universidad.
Después de recoger a su hermana de la universidad, se la
llevó a su padre.
Unos años después el estudiante Iraquí le pidió la mano a
la hermana menor y ella dijo que sí y todos vivieron felices para siempre.